Ni las designaciones del pregonero y del cartelista de la Semana Santa ni la habitual serpiente otoñal de la hermandad lasaliana y su encaje
¿definitivo? en la nómina del Domingo de Resurrección. Nada de eso provocará tanto eco de aquí a marzo como el anuncio hoy del arzobispo de Sevilla. El cariz que estaba
tomando la propuesta de La Misión de ir a la Catedral “sin pasar por la casilla
de salida de este peculiar Monopoly –Carrera oficial- y cobrar cada vez que se
completa una vuelta al tablero” (Javier Rubio, en su columna de hoy en ABC) también ha dejado de ser noticia en la prensa morada. La precuaresma inicia este martes
su cuenta atrás con la propuesta de monseñor Asenjo de realizar un viacrucis con 14
imágenes de nuestras hermandades a lo largo y ancho de la Avenida de la
Constitución, y una procesión extraordinaria de la Virgen de los Reyes. El
motivo: la conmemoración en 2013 del año de la Fe decretado por la Iglesia. El
debate, por tanto, está servido. A partir de ahora, quinielas y más quinielas
en un intento de acertar esas 14 advocaciones. Si ya eran frecuentes para el viacrucis
del primer lunes de Cuaresma… Eso sí, Palacio propone y dispone aunque el tema de la designaciones –auténtica patata caliente-
queda para el Consejo.
Imagino que ahora las hermandades empezarán a llamar a la
puerta de San Gregorio para ponerse a disposición del Arzobispado a la hora de celebrar esta importante efeméride. Dicho de otro
modo: contad con nosotros. Claro, en
este caso no hay desplazamiento a Madrid ni un importante desembolso económico.
Sí, irían en andas y sin música, pero ¿qué hermandad no querría ese privilegio?
De todos modos, menuda papeleta de sitio para Adolfo Arenas.
¿Contarán de nuevo con el Señor de las Tres Caídas de Triana o pasarán factura? ¿Qué ocurriría si aquellas imágenes con más tirón
devocional van declinando, una a una, esa invitación? Puede pasar a tenor de la
experiencia de la JMJ. Por otro lado, ¿cuál será el criterio que esgrimirá el
Consejo para designar esas hermandades? ¿Se aceptarán sugerencias de Palacio? En
este sentido, una talla de Lastrucci que pertenece a una hermandad del Miércoles
Santo sí parece segura; no diré más.
Por cierto, un último interrogante: ¿por qué el Año de
la Fe es motivo más que suficiente para sendas procesiones extraordinarias y no
lo es conmemorar, por ejemplo, cinco siglos de vida de una hermandad sacramental? Será que
esta vez la idea parte directamente de la plaza Virgen de los Reyes… Y que
conste que no soy partidario de sacar pasos para celebrar el 17 aniversario de
la donación de un pañuelo para la Virgen;
que se cumplen dos décadas de la adquisición de unas andas o 25 años de la primera puntada en el
manto de salida… Ahí quedó.